Finca Iral es el resultado de un sueño compartido entre tres amigos y del esfuerzo conjunto por plasmarlo en la realidad a través de grandes vinos, representativos del terroir, elaborados con un profundo respeto por el medio ambiente.
Elisabeth Hivon y Mark Long, ambos ingenieros civiles oriundos de Canadá, se conocieron con Lucas Giménez, enólogo y mendocino, en el año 2010 y más allá de la amistad que fueron forjando, los tres quedaron unidos desde el principio con el objetivo en común de elaborar vinos con la expresión del lugar que los conquistó desde el primer día: Ugarteche, Luján de Cuyo, provincia de Mendoza. Así, enfocándose en la calidad y el cuidado de la tierra y sus frutos, Finca Iral elabora desde el año 2017 vinos orgánicos con perfiles claros, en los que la tipicidad varietal es una de las premisas principales.
Finca Iral se encuentra ubicada en Ugarteche -en aquel terroir de Luján de Cuyo que enamoró a Elisabeth, Mark y Lucas, y cuenta con diez hectáreas de viñedos con certificación orgánica en los que cultivan Chardonnay, Torrontés Riojano, Malbec, Cabernet Franc, Bonarda, Petit Verdot y Ancelotta, entre otras variedades. La bodega, que se erige en la misma propiedad, tiene una capacidad de producción de 400.000 litros y cuenta con huevo de concreto, piletas de hormigón, tanques de acero inoxidable y barricas de roble, todos de volúmenes pequeños.
Actualmente Elisabeth, Mark y Lucas, los amigos y socios fundadores, trabajan junto al enólogo Daniel García Corazza y el viticultor Leandro Galmés, creando vinos a partir de la selección de las mejores parcelas y del trabajo diferenciado planta por planta para lograr la mejor expresión varietal. ¿El resultado? Vinos con identidad única, tan única como los sueños que los vieron nacer.